Los tiempos cambiaron y las nuevas generaciones se han ido a la cama con versiones más modernas y roqueras, como son los Lunnis, pero lo cierto es que hay cosas que no cambian… ¡¡menos mal!!
Las mamás siguen queriendo que sus hijas, sus princesas, vayan al cole, de paseo… con ese aire angelical e infantil que han tenido las niñas toda la vida.
Aún recuerdo los tirones de pelo a primera hora de la mañana antes de ir para clase. Las coletas tenían que ir perfectas, ni un pelo podía salirse de su sitio y los lazos… ¡qué preciosidad! Aquellas lazadas a cada lado o una grande atrás, nos aportaban a todas un aspecto encantador.
Cuando veo a las niñas ir ahora para clase en su primer día, no puedo evitar, al llegar a casa, revisar las fotos antiguas, en las que salgo yo, en el pasillo de entrada del colegio, agarrada fuertemente a la mano de una compañera y, como no, con mi coletas…
Sí, definitivamente, ¡las coletas con esas preciosas lazadas nunca pasarán de moda!