martes, 28 de febrero de 2012

Sus primeros pasos...

   
Instrucciones para subir una escalera,
Julio Cortázar

     Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
     Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
     Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

sábado, 25 de febrero de 2012

Príncipes y princesas

       ... porque nuestros príncipes y princesas han de tener su castillo... 
   
   
     Si queréis mandarnos dibujos de vuestros peques o incluso hechos por vosotros, Carmen estará encantada de colgarlos en su armario. 

viernes, 10 de febrero de 2012

BUEN FIN DE SEMANA


http://www.youtube.com/watch?v=fhBGWo98kjA

A la dueña del armario le encanta esta canción, espero que a vosotros también. 

martes, 7 de febrero de 2012

ANTES DE NACER

  
     Siempre he sido fiel creyente de que los bebés ya reconocen las voces desde que están en el útero materno, que las asimilan y en cuanto vienen al mundo las reconocen y les hacen sentirse más cómodos. Por eso reconocen a su madre nada más nacer, porque no hay nada más cercano para un bebé que su mamá, a la que acompaña durante nueve meses a todas partes. Así que padres, os animo a que escuchéis música cerca de la mami embarazada, a que habléis al bebé y que incluso le contéis algún cuento o historia, porque la inteligencia del niño se desarrolla antes de lo que pensamos.

     
     El documental que os incluyo más abajo, parece corroborar la teoría de que las voces, la música y determinados sonidos escuchados en el útero son reconocidos por el niño, considerándolos familiares y asimilables: http://www.youtube.com/watch?v=7rbS-baAODk&feature=player_embedded#


viernes, 3 de febrero de 2012

EL PRINCIPITO


       Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas", una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. Esta es la copia del dibujo.
  En el libro se afirmaba: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión".
Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a mi vez logré trazar con un lápiz de colores mi primer dibujo. Mi dibujo número uno era de esta manera:
Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les daba miedo.
-¿Por qué habría de asustar un sombrero? - me respondieron.
Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digiere un elefante.

Está claro que los mayores no concebimos el mundo como los niños (una pena, por cierto), aunque cada madre y cada padre conoce a su hijo mejor que nadie e intentará que tenga lo que a él le agrade; por eso, no dudes en personalizar su ajuar, en hacer las cositas de tu bebé a su medida y no al revés.